"Quise que Zidane me hiciera un caño para contarlo luego"

Crecer. Encajar. Eso quiere Iván Ruiz (1991, Cádiz). "A Quique Sánchez Flores quiero demostrarle que puedo quedarme. Llego con humildad y máxima profesionalidad. Tengo unas ganas de comenzar...". Suspira. Es el elegido. Veinticinco mil chavales de todo el mundo probaron en el casting. Sólo diecinueve entraron en la Academia de Navalcarbón (Las Rozas) para poner su fútbol bajo la batuta de Zidane y Francescoli. Iván ganó el concurso. Una elástica rojiblanca ya lleva su nombre: hará la pretemporada con el Atlético, el premio, el sueño.

"Con sólo darle la mano a Kun ya voy a flipar. Que pueda contar que le di un pase a Forlán no se puede expresar con palabras. Hay que vivirlo", asume emocionado ante el salto. Antes de Cracks TV, Zidane llenaba las paredes de su habitación. A los cuatro años, Iván supo que lo suyo era el fútbol. "También mi hermano iba para futbolista, pero se lesionó y no llegó". Y para espantarse las ganas de pelota, su hermano cada día le entrenaba en casa. "Por eso en los equipos me decían que parecía que era mayor...". Esa fue su primera escuela. Cracks la segunda.

Hasta que llegó el concurso, Iván se debatía si seguir adelante o estudiar para arquitecto. "Crecí en las categorías inferiores de El Barrio hasta que el Cádiz me fichó para el Juvenil". Entonces acariciaba el sueño, la élite, cuando se entrenaba con su primer equipo.

No olvidará.

"Pero se terminó mi contrato, no me renovaron y me volví a Los Barrios". A Tercera, al equipo de su ciudad. Pero llegó Cracks y todo cambió. "Un día que Zidane se entrenó con nosotros yo le dije al resto: 'Voy a dejar que Zidane me haga un caño para después contárselo a mis amigos'. Jugué todo el partido con las piernas abiertas, pero no, alguien se chivó y no quiso hacerme caño alguno". Zidane y Francescoli, todo lo aprendido y dieciocho "hermanos" llenan su maleta de vuelta a Cádiz.

En Navalcarbón ha afilado su fútbol: tiene mejor toque de balón, mejor visión de juego. "Jurado es mi favorito". Su espejo. Iván se postula como el centrocampista que el Atleti necesita. Ser su oxígeno. Eso es lo que pretende. Tiene una pretemporada para demostrárselo a Quique. "Este tren pasa una vez". Y corre hacia Primera. Iván no quiere que se le escape.